Lobo 24 de enero de 2014
Lobo, lobito, segundo intento el primero el sábado pasado y nos volvimos por donde vinimos. Esta vez es viernes, parece que hay más suerte, me pido pasillo. La peli dura tres horas y no sé si aguantaré tanto rato.
Leonardo no es mi preferido ya lo he dicho otras veces. Tiene como cara de crío y para una vez que tiene que hacer de personaje de 22 años y parecerlo pues resulta que por fin ya parece más mayor.
Scorserse nunca nos defrauda y las tres horitas se pasan volando.
El protagonista es un tiburón que engaña a la gente, se forra y se gasta lo invertido y ganado en todo tipo de perversiones. Y lo peor es que todo el mundo está encantado con lo estupendo que es el Lobo. Es un poco la misma historia que con los gansters. Nos gustaban los ganters muy muy malos de Scorserse y ahora nos gustan los estafadores de Di Caprio. Y no nos gusta el detective pringado del FBI que no gana ni para pipas y va en metro como todos los mortales.
Lo cual me parece bastante preocupante, la película es muy buena. Comienza con el joven Di Caprio y va analizando como en cuatro años logra ser hipermegamillonario, drogadicto y sencillamente un tipo genial con el que te irías a trabajar y de copas si dudarlo. Pero luego lo analizas fríamente y piensas pero qué es esto me gusta el malo y me tiene que gustar el bueno.